Estados Unidos prefiere debilitar a su país y a México antes de asegurarse que los tres miembros del pacto se vean beneficiados.
El jefe de la delegación de Canadá en las negociaciones para modernizar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) dijo que Estados Unidos prefiere debilitar a su país y a México antes de asegurarse que los tres miembros del pacto se vean beneficiados.
Steve Verheul sostuvo que hasta ahora las conversaciones lograron pocos avances en temas importantes, y se quejó de la poca flexibilidad de los negociadores estadounidenses.
Sus comentarios son los más pesimistas que se han hecho públicos de parte de un funcionario canadiense involucrado en las negociaciones, y reflejan el enorme desafío que afrontan los negociadores que buscan modernizar el tratado comercial de 1.2 billones de dólares para comienzos de abril.
“La postura de Estados Unidos es centrarse en su propia perspectiva y no en América del Norte. Por lo tanto, ellos buscan fortalecer a Estados Unidos y debilitar a Canadá y México dentro de la economía de América del Norte”, dijo Verheul en una conferencia de Ottawa.
El presidente Donald Trump ha amenazado frecuentemente con abandonar el TLCAN a menos que haya cambios importantes.
Las conversaciones han progresado poco mientras Canadá y México buscan abordar las demandas de Estados Unidos. Las negociaciones debían finalizar a fines de marzo, una fecha límite que según los funcionarios se extendió al menos hasta principios de abril pero que parece que tampoco se cumplirá.
Canadá ha hecho lo que califica como propuestas creativas para abordar la insistencia de Estados Unidos en que se aumente el contenido norteamericano de los autos que se fabrican en la región. Washington también quiere una cláusula que permita a cualquier miembro retirarse del pacto después de cinco años.
“Hemos logrado lo que caracterizaría como un progreso bastante limitado en términos generales (…) el problema principal es que hemos visto una flexibilidad limitada de Estados Unidos, incluso en cuestiones bastante sencillas”, dijo Verheul.
Los negociadores llevaron adelante seis rondas de consultas desde agosto, y Verheul dijo que el ritmo fue demasiado rápido como para permitir consultas entre cada reunión.
Fuente: El Economista