Si el Senado de la República aprueba la reforma laboral a más tardar el 30 de abril, el nuevo tratado comercial entre México, Estados Unidos y Canadá –el TMEC en español– estaría en posibilidad de ser enviado a los congresos de los tres países para su ratificación legislativa en los próximos meses.
Mientras, la Comisión de Comercio Internacional de Estados Unidos (USITC, por sus siglas en inglés) publicó el 18 de abril un reporte de 375 páginas sobre el probable impacto del TMEC en la economía estadounidense y en industrias específicas como la automotriz, donde se imponen condiciones restrictivas de contenido regional.
El TMEC, que sustituirá al TLCAN, fue firmado el 30 de noviembre en Buenos Aires por los presidentes Enrique Peña y Donald Trump, así como por el primer ministro canadiense, Justin Trudeau.
El informe de la USITC se tendría que haber publicado en la segunda semana de marzo, pero el plazo se amplió poco más de un mes debido al cierre parcial del gobierno de EU.
Su publicación es un paso necesario para la ratificación del TMEC tanto en la Cámara de Representantes como en el Senado de EU.
¿Cuándo? Depende de los tiempos políticos en Washington, pero podría ser después del receso legislativo de agosto, en un escenario optimista.
La USITC estima que el TMEC tendría un impacto positivo moderado en la economía estadounidense, de 0.35 por ciento sobre el crecimiento del PIB y de 176 mil nuevos empleos en los primeros seis años después de su implementación.
Prevé que las exportaciones de EU a México aumentarán 6.7 por ciento y las importaciones de mercancías mexicanas crecerán 3.8 por ciento.
Eso supondría una reducción del déficit comercial de EU con México, que es una de las prioridades de Trump.
Estima que la reforma laboral mexicana fortalecería las normas y derechos laborales, incluidos los relacionados con la negociación colectiva.
La USITC prevé también que, como resultado de disposiciones sobre negociaciones colectivas, el salario de los trabajadores sindicalizados en México podría incrementarse 17.2 por ciento.
Ahora el Senado mexicano tendría que aprobar a más tardar el 30 de abril –cuando concluye el periodo ordinario de sesiones– la reforma laboral, que fue aprobada por la Cámara de Diputados el 11 de abril y que incorpora lo que México acordó en el TMEC y ratificó en el Convenio 98 de la OIT en materia de derechos individuales y colectivos de los trabajadores.
Con el estudio de la USITC publicado en EU y la reforma laboral aprobada en México, el siguiente reto será la ratificación del TMEC en el Congreso estadounidense, el Senado mexicano y el Parlamento canadiense.
El riesgo es que, como medida de presión política al Congreso de su país, Trump decida invocar el artículo 2205 para retirar a EU del TLCAN, aun sin estar el TMEC ratificado.
En ese caso, sería más difícil que EU exentara a México y Canadá del arancel impuesto a sus importaciones de acero y aluminio.
Además, EU podría reabrir el conflicto comercial con México en el mercado del jitomate y aplicar un arancel a sus importaciones de autos y autopartes, como amenaza Trump.
No habría que descartar, pues, una etapa de disputas arancelarias entre ambas economías.
El mejor escenario es que el TMEC se ratifique pronto.
Fuente: El Financiero