El arancel al acero, el acuerdo de suspensión en las exportaciones de tomate, los cruces fronterizos y la ley laboral mexicana, los obstáculos.
La Administración del presidente Donald Trump no está ayudando al proceso de ratificación del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), afirmó Jesús Seade, subsecretario para América del Norte de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE).
Seade difundió este mensaje el viernes durante el US-México CEO Dialogue en Mérida, Yucatán, en una reunión en la que estaba presente Wilbur Ross, secretario de Comercio de Estados Unidos, y más de 60 altos ejecutivos de ambos países.
En concreto, Seade destacó cuatro asuntos bilaterales que, desde su perspectiva, obstaculizan la ratificación del T-MEC: los aranceles estadounidenses a las importaciones de acero y aluminio, el fin de un acuerdo de suspensión en las exportaciones de tomate mexicano, la lentitud de los cruces fronterizos de camiones y la nueva ley laboral mexicana.
“Tenemos problemas en el acero, tomate y la frontera que no ayudan y, no obstante que estamos pasando una ley laboral que será una revolución profunda, siguen existiendo voces que piden más y más y no está claro qué más (…) Quisiéramos apoyos más claros de todos ustedes y más fuertes para que ayudemos a todos a que esto pase, porque es bueno para los tres países”, dijo.
Por su parte, Ross insistió en la importancia de ratificar el tratado comercial: “Continuaremos trabajando de cerca con el Congreso y con todos ustedes para alcanzar un acuerdo con beneficios para las tres naciones. Somos optimistas”.
México y Canadá han advertido que no ratificarán el T-MEC mientras se mantengan los aranceles impuestos por el presidente Trump a las importaciones de acero (25%) y aluminio (10%), en virtud de la Sección 232 de la Ley de Expansión Comercial de 1962, argumentando preocupación en seguridad nacional.
En el T-MEC, México acordó desarrollar e implementar reformas para fortalecer sus leyes laborales, para proteger la negociación colectiva y reformar su sistema de administración de justicia laboral, un compromiso que se plasmó en cambios a la Ley Federal del Trabajo que aprobó la Cámara de Diputados el 11 de abril y que aún requieren la ratificación del Senado.
“Yo veo esto (el T-MEC) como un acuerdo totalmente necesario para los tres países. Es bueno para la inversión y para aspectos casi sociales como la corrupción y lo laboral (…) Nosotros hemos sido totalmente positivos, Estados Unidos también. La negociación ha sido magnífica. Sin embargo, hay aspectos fuera de la negociación que nuestra estimación es que no ayudan ni siquiera dentro del Congreso estadounidense”, sostuvo Seade.
En otra de las aristas, Estados Unidos impondrá cuotas compensatorias de 17.65% a las importaciones de tomates originarios de México a partir de 7 de mayo, lo que implicará mayores costos para los exportadores mexicanos y la posibilidad de que los precios de esa hortaliza caigan en el mercado mexicano. Las cuotas compensatorias podrían ser devueltas a los exportadores mexicanos posteriormente, siempre y cuando lleguen a un acuerdo con el gobierno de Estados Unidos o, bien, se inicie una investigación en ese país en la que se concluya que no existen prácticas desleales de comercio.
Finalmente, las exportaciones mexicanas se han visto afectadas en los últimos días por una mayor vigilancia migratoria en las aduanas ubicadas en la franja fronteriza de México con Estados Unidos, en un ambiente de incertidumbre sobre la duración de esta situación.
La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por su sigla en inglés) ha informado que es necesario mover 750 agentes de inspección fronteriza de sus deberes aduanales en los puentes fronterizos de Estados Unidos para ayudar a procesar a los inmigrantes recién llegados y a los solicitantes de asilo.
Fuente: El Economista