A partir del próximo 10 de junio, el gobierno del presidente Donald Trump, impondrá un arancel de 5% a todos los productos que ingresen a Estados Unidos desde México y lo eliminará hasta que baje el flujo de inmigración indocumentada a su país.
En una clara declaración de guerra comercial al gobierno del presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, el presidente estadunidense utilizó el intercambio comercial como herramienta de castigo para cumplir su promesa electoral de acabar con la inmigración indocumentada de México y los países centroamericanos.
“El 10 de junio, Estados Unidos impondrá una tarifa de 5% a todos los productos de México que lleguen a nuestro país que estará en efecto mientras los inmigrantes indocumentados entren por México a nuestro país. ALTO. La tarifa arancelaria aumentará gradualmente hasta que no se remedie el problema de la inmigración indocumentada… que será entonces cuando se removerán las tarifas. Los detalles de esto los dará a conocer la Casa Blanca”, sentenció Trump en dos mensajes que envió este jueves en su cuenta de Twitter.
La Casa Blanca detalló minutos después que el incremento gradual de las tarifas a los productos mexicanos si no baja la inmigración indocumentada será del 10% a partir del 1 de julio, del 15% a partir del 1 de agosto, del 20% a partir del 1 de septiembre y del 25% a partir del 1 de octubre.
“Las tarifas permanecerán en un nivel del 25% a menos de que México detenga sustancialmente el flujo de inmigrantes indocumentados a través de su territorio”, dijo la Casa Blanca
La sorpresiva declaración de guerra comercial de Trump pareciera ser la respuesta a la propuesta que, por medio del canciller mexicano, Marcelo Ebrard, le presentó la semana pasada el gobierno de López Obrador para que apoyara el plan de alivio dirigido a los países centroamericanos para disminuir la expulsión migratoria de sus ciudadanos hacia México y posteriormente a Estados Unidos.
Trump ha asegurado que el gobierno de López Obrador “no está haciendo nada” para contener la llegada de centroamericanos a los puentes migratorios de su país para solicitar asilo.
La semana pasada durante su estancia en Washington, Ebrard explicó que México está cooperando con Estados Unidos al mantener en territorio mexicano a centroamericanos que buscan ingresar a la Unión Americana, y de algunos que ya lo hicieron y han presentado su petición de asilo.
El canciller dijo que en la actualidad hay en México unos 24 mil centroamericanos, 18 mil que han llegado en caravanas y que pretenden ingresar a los puentes fronterizos del sur de Estados Unidos, y unos 6 mil que ya regresaron a territorio mexicano porque ya presentaron su solicitud de asilo y esperaran a la respuesta a su caso.
En pasado mes de abril Trump, declaró Emergencia Nacional por la constante llegada de caravanas centroamericanas a la frontera norte de México, con lo cual podrá hacer uso de recursos del Departamento de Defensa y del Tesoro para construir un muro en la frontera y contar con más personal migratorio.
Sin embargo, la Corte Federal de Apelaciones del Noveno Distrito de San Francisco, California, bloqueó la orden ejecutiva de Trump con respecto a la declaratoria de Emergencia Nacional por el tema migratorio, con lo cual el mandatario queda parcialmente paralizado para hacer uso de los recursos destinados al amurallamiento de la zona limítrofe del sur.
Se había especulado que, en respuesta a la decisión de la corte, Trump ordenaría el cierre de algunos puentes en la frontera con México, como lo ha hecho en el pasado, por lo que la imposición de tarifas arancelarias tomó a todos por sorpresa.
El impuesto a los productos de México, el principal socio comercial de Estados Unidos, se contrapone a la orden de la semana pasada, cuando el mismo gobierno de Trump anunció la anulación de una tarifa del 25% y 10% a las exportaciones mexicanas y canadienses de acero y aluminio; respectivamente.
La nueva decisión unilateral de Trump, además de agraviar las relaciones con México, podría repercutir en el proceso de ratificación en el Congreso estadunidense del Tratado de Comerio México, Estados Unidos, Canadá (T-MEC).
Los legisladores demócratas, encabezados por su líder y presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, son renuentes a la ratificación del T-MEC porque consideran que darían con ello un premio electoral a Trump con miras a su reelección en los comicios del 3 de noviembre de 2020.
A su base electoral conservadora, Trump prometió en su campaña de 2016 que, de llegar a la Casa Blanca, eliminaría la inmigración indocumentada, amurallaría la frontera con México y eliminaría o remplazaría con otro acuerdo al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) aún vigente y a la espera de ser cambiado por el T-MEC en caso de ser ratificado en los tres países.
Fuente: Proceso