La austeridad republicana pasará la tijera a seis oficinas de representación comercial de México en el mundo.
De acuerdo con un oficio de la Secretaría de Economía (SE) firmado el pasado 19 de agosto, el cual T21 tiene una copia, las oficinas de China, Japón, Bélgica, Uruguay, Canadá y Francia deberán finalizar trabajos a más tardar el 31 de octubre próximo.
En el documento se emplaza a estas oficinas a concretar la repatriación del personal, dar aviso del vencimiento anticipado del contrato suscrito con el personal local, incluso se habla de la contratación de un despacho jurídico que les acompañe en el proceso ante las instancias gubernamentales locales.
Así mismo, se deberán dar por terminados todos los contratos de servicios de las oficinas, así como la recopilación y preparación de los elementos documentales necesarios para la entrega-recepción de las oficinas.
El oficio está firmado por la propia titular de la SE, Graciela Márquez, y por la Subsecretaria de Comercio Exterior, Luz María de la Mora.
Por lo pronto, las oficinas de Washington D.C., en Estados Unidos, y las de Ginebra, en Suiza, continuarían abiertas, dado el peso de éstas al encontrarse en el territorio del primer socio comercial del país y la representatividad de México ante la Organización Mundial del Comercio, respectivamente.
El cierre de las oficinas de representación comercial del país se da en momentos en que el gobierno federal actual, así como las pasadas administraciones, busca ampliar la diversificación del comercio internacional, dada la alta dependencia comercial que se tiene con Estados Unidos.
Tan sólo en los primeros seis meses de este año las exportaciones no petroleras hacia ese país representaron el 81.83% del total, mientras que el restante 18.17% tuvo como destino algún otro país del resto del mundo, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Cabe recordar que una de las primeras acciones del gobierno de Andrés Manuel López Obrador fue el cierre total de ProMéxico, una oficina de representación y atracción de inversiones para el país. Y, en este ánimo de austeridad, el mandatario ha dispuesto que sean las propias embajadas las que trabajen la parte de representación comercial.
La balanza comercial que presentó el país durante el primer semestre de este año tuvo un saldo superavitario de tres mil 145.3 millones de dólares (mdd), dada la relación entre los 227 mil 273.5 mdd en el valor de las exportaciones y de 224 mil 128.2 mdd en importaciones, de acuerdo con el Inegi.
Fuente: T21