Capacidad exportadora no es capacidad de producción: es la actitud de la empresa para buscar la excelencia e involucra a todos los departamentos, es la capacidad de la empresa de “pensar y actuar globalmente”, esto es, de adaptar su gestión a las exigencias y variables del mercado internacional. En resumen la capacidad que le permita tener creatividad, diseño, tecnología, tesón, paciencia, persistencia y fe en sí misma.
El primer paso para averiguar si la empresa cuenta con los requisitos mínimos para exportar o si debe incrementar su competitividad, es realizar un análisis para medir su “vocación internacional”. Si un empresario quiere exportar, es muy oportuno que visite la feria más importante de su sector y así podrá, en un corto período de tiempo, autoevaluarse con relación a su nivel de competitividad internacional.
¿Cómo evaluar si la empresa tiene capacidad exportadora?
Una forma es reflexionar sobre estas preguntas del Check-list N° 7: Evaluación de la capacidad de exportación**
- ¿Por qué desea exportar?
- ¿Ha visitado ferias internacionales importantes últimamente?
- ¿Dentro de la gama de productos que fabrica, ha identificado el menos vulnerable a la competencia internacional?
- ¿Su empresa tiene evidentes factores de competitividad (diseño, tecnología, marca, etc.)? Si tiene sólo calidad y precio, ¡no le alcanza! ¡Eso es lo mínimo que debe tener para sobrevivir incluso en su propio mercado interno!
- ¿Cuál es el tipo de consumidor en el país? ¿Será lo mismo en el exterior?
- ¿Por qué considera que encontrará importadores dispuestos a comprar su producto?
- Antes de pensar en exportar, ¿ha realizado investigaciones en el mercado interno para evaluar si es posible incrementar su participación a nivel local, como gama de productos, distintos segmentos de consumidores, diferente cobertura geográfica de su propio país? ¡Puede ser que sea más fácil que exportar!
- ¿Son todos los sectores de la empresa conscientes de los cambios que requerirán? (La exportación no puede ser el sueño o un capricho de un director o del dueño, sino un juego de equipo).
- ¿Están sus proveedores dispuestos a asegurar la continuidad en calidad, plazos de entrega, precios, servicio, etcétera?
- ¿Ha recabado suficiente información como para tener una amplia base de datos para desarrollar un plan de internacionalización?
- ¿Qué mercados disfrutarán de una mejor forma la “marca país”? ¿Es más fácil vender su producto con la marca de su país, por ejemplo, en Francia o en Portugal, en Argentina o en Finlandia, en Polonia o en Estados Unidos?
- ¿La empresa está dispuesta a efectuar si necesario cambios en el producto? Características técnicas, dimensiones, marca, etcétera.
- ¿Sin los instrumentos de promoción que utiliza en su mercado interior idóneos para emplearlos en el mercado extranjero?
- ¿Cuenta con recursos financieros y humanos para la gestión de la exportación?
- ¿Conoce a la competencia internacional que enfrentará?
- ¿Conoce las barreras que obstaculizan el comercio exterior?
- En otros países, ¿la empresa puede emplear el mismo sistema de ventas que utiliza para vender en el mercado interno?
- Los beneficios que la empresa ofrece al mercado nacional, ¿tendrán el mismo valor para el mercado extranjero?
- Las leyes de protección al consumidor en el mercado que se quiere exportar, ¿son distintas de las que regulan su mercado interno?
- La logística que utilizará, ¿requiere modificaciones en el producto para reducir los costes de transporte y, en consecuencia, los de importación para su comprador?
- ¿Cuánto desea invertir?
- ¿Conoce los largos tiempos de respuesta del mercado externo? Si usted es cortoplacista, abandone la idea de exportar.
Fuente: Diario del Exportador