Robert Lighthizer tiene que convencer a legisladores republicanos y demócratas de que el T-MEC no es un vehículo para la reelección de Donald Trump.
Mientras en México se da por hecho la aprobación del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC, o USMCA), el zar comercial de EU tiene la difícil misión de convencer a su partido y a la oposición de su país de aprobarlo.
Robert Lighthizer, jefe de la Oficina del Representante Comercial de EU (USTR), ha librado una batalla esta semana ante senadores del Partido Republicano y representantes del Partido Demócrata para conseguir la luz verde para el T-MEC.
Y si bien el presidente de EU, Donald Trump, asegura que los demócratas no quieren que el T-MEC se apruebe por “rencores políticos”, Lighthizer asegura que la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, principal figura de la oposición, terminará dando su anuencia al tratado comercial.
“Creo que estamos progresando”; dijo Lighthizer este martes tras una reunión con el Comité de Finanzas del Senado. Ahí reconoció que Pelosi ha nominado un “gran equipo de trabajo” que facilitará cualquier proceso en la implementación de las leyes que se tienen que modificar para aprobar el T-MEC.
La representante demócrata conformó un equipo de cuatro áreas que trabajan con funcionarios federales y que empujan los intereses de su partido. Los grupos de trabajo están en rubros como el laboral, el medio ambiente, la industria farmacéutica y la procuración de justicia.
Este miércoles, Lighthizer tendrá una dura comparecencia ante el Comité de Procedimientos de la Cámara de Representantes. Ahí, el representante comercial venderá la idea de que lo mejor para EU es aprobar un acuerdo que, además de proteger negocios por 1.4 billones de dólares, mejore las condiciones de muchas industrias involucradas.
Además, tendrá la difícil tarea de convencer a los demócratas de que la aprobación del T-MEC no necesariamente es un apoyo a la campaña de reelección de su jefe Trump.
Fuente: Forbes México