La Organización Mundial de Comercio (OMC) “alentó” al gobierno de México a “reducir más los aranceles, no sólo para productos agrícolas, sino también para los textiles y zapatos”, de acuerdo con las conclusiones del examen de las políticas comerciales que aplicó el país en el periodo 2012-2016, un proceso al que son sometidos periódicamente todas las naciones que la integran.
“Los miembros de la OMC también instaron a México a abrir más su mercado a los extranjeros, en particular en el área de compras y servicios gubernamentales”, se indica en las conclusiones del examen al que acudió una delegación mexicana, encabezada por Juan Carlos Baker Pineda, subsecretario de comercio exterior de la Secretaría de Economía (SE), aunque el acta final se difundirá después.
Si bien la organización elogió que, pese al difícil entorno actual, el gobierno mexicano muestre un firme compromiso con el libre comercio y el sistema multilateral de comercio, criticó que el país siga siendo altamente dependiente de un sólo mercado, es decir de Estados Unidos.
“Hay una clara necesidad de diversificación y los miembros de la OMC alentaron a México a capitalizar sus numeroso acuerdos comerciales preferenciales y fortalecer sus vínculos económicos con diferentes socios comerciales”, indicó
Según la OMC, a la delegación mexicana encabezada por Baker se le hicieron más de 500 preguntas y representantes de un gran número de países participaron en el examen, lo que muestra “claramente la importancia de México como socio comercial mundial”.
La OMC felicitó al país por haber “reducido de manera unilateral y significativa” los aranceles en determinados productos agrícolas”. Pero pidió que los baje más pese a reconocer que el sector agropecuario y pesquero se considera estratégico en México por su contribución a la reducción de la pobreza y al desarrollo económico y uno de los objetivos más importantes de la política agrícola mexicana es garantizar la seguridad alimentaria por medio de un incremento en la productividad, por lo que las autoridades consideran necesario proteger y apoyar el sector.
Refirió que el arancel medio sobre los productos agropecuarios se redujo de 20.9 por ciento en 2012 a 14. 3 por ciento en 2016, pero criticó que esa cifra se mantiene por encima del arancel medio que es de 5.5 por ciento.
“Además, los derechos más elevados se continúan aplicando a los productos agropecuarios, específicamente al azúcar y la confitería, y a los animales y productos de origen animal, con aranceles del 40.9 por ciento y 24.8 por ciento”, pero mencionó que los mismos ya bajaron pues en 2012 eran de 63.3 y 48.2 por ciento, respectivamente.
También cuestionó la eficacia y alcance de lo que considera “numerosos programas de apoyo” para el sector agrícola. “México continúa prestando apoyo al sector mediante una serie de programas que se establecen anualmente. La mayoría de estos programas son de cobertura nacional y abarcan cualquier tipo de actividad agrícola. Sin embargo, existen algunos programas específicos, cuyos beneficiarios son solamente los pequeños productores de café, frijol y maíz o las personas en condiciones de pobreza extrema”, detalló.
El anterior examen que la OMC aplicó a México fue hace cuatro años y entonces la organización consideró insuficientes las medidas tomadas por México para fomentar la competencia y abatir los obstáculos a la inversión extranjera en “sectores pertinentes”.
En cambio ahora consideró “alentador” y sus miembros elogiaron y “acogieron con satisfacción” que el país haya tomado en serio las cuestiones que se le plantearon entonces porque “se les da prioridad” e incluso se abordan positivamente en las reformas estructurales que abarcan los sectores energético, de servicios financieros, telecomunicaciones, educación y trabajo porque con ellas se abordaron algunas de las preocupaciones que se tenían sobre México.
El país “ha resistido tiempos difíciles con una gestión macroeconómica sólida y está decidido a impulsar la productividad y el crecimiento económico mediante el fomento de la competencia y la inversión extranjera”, aún cuando el entorno mundial se ha vuelto difícil y se caracteriza por un aumento de volatilidad de los mercados financieros y el colapso de los precios del petróleo, sentenció.
Fuente: La Jornada