El secretario de Comercio de Estados Unidos, Wilbur Ross, el domingo 12 de marzo, en una entrevista televisiva en el programa Sunday Morning Futures, de Fox Business Network, señaló que su gobierno “no ha tomado una posición aún sobre si desea preservar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) como acuerdo trilateral o bilateral”.
Es decir, dos acuerdos paralelos, uno con Canadá y otro con México. Reiteró que la meta para su país es potenciar sus exportaciones y reestablecer un sentido de balance en el comercio. Mencionó que el TLCAN “es anticuado y hay muchas cosas erróneas”. Que “hay muchas imperfecciones que necesitan corregir y que el propósito será reducir el déficit de su balanza de pagos”.
De tales declaraciones se puede deducir que lo más probable es que se inclinen por acuerdos bilaterales, dado que las balanzas comerciales de Estados Unidos son diferentes con Canadá y con México. El déficit que tienen con México es mucho mayor que con Canadá.
El déficit comercial que Estados Unidos tiene con México es de 60 mil millones de dólares y con Canadá es de 9 mil millones de dólares en 2016.
La estructura de productos que se comercializa es diferente y los términos de negociación con ambos gobiernos, también son diferentes. Con México tienen mayor poder de negociación para conseguir bilateralmente mejores condiciones a su favor, y si México no acepta, pues simplemente se rompe el TLCAN y no se consigue acuerdo bilateral alguno entre ambos países, y en cambio se daría con Canadá, donde las relaciones comerciales no son tan disparejas.
Estados Unidos pretende en las negociaciones que México incremente las importaciones provenientes de dicho país, dado que han venido disminuyendo en términos relativos. En el año 2000, 73.1 por ciento del total de lo que México importaba venía de dicho país, y en cambio en 2015 dicha participación se redujo a 47.3 por ciento, viéndose incrementada la participación de los productos provenientes de China, los cuales pasaron de ser 1.65 por ciento en el año 2000 a 17.7 por ciento del total importado de México en 2015.
Desde que China ingresó a la Organización Mundial de Comercio, ha incrementado su presencia en todos los merados a nivel mundial, reduciendo la participación que Estados Unidos tenía, y de ahí las diferencias de crecimiento económico.
De 1993 a 2012 la tasa de crecimiento promedio anual del PIB de China creció 9.4 por ciento, en cambio la de Estados Unidos lo hizo a 2.7 por ciento, Canadá al 2.6& y México a 2.4 por ciento, evidenciando que China ha sido la economía victoriosa en el proceso de globalización. De ahí el interés de Estados Unidos de aumentar el valor agregado de la región para reducir la presencia de los productos provenientes de China, en los componentes de los productos que México exporta a EU, y de incrementar la presencia de sus productos en el comercio interregional.
El secretario Ross dejó en claro que la meta de su gobierno es “completar sus objetivos comerciales para finales de 2017”. Habló de objetivos comerciales, no de firma de acuerdo comercial alguno, por lo que si no logran en las negociaciones comerciales sus objetivos de aumento de exportaciones, restricción de importaciones y reducción significativa del déficit de comercio exterior, se rompen los acuerdos e imponen las políticas que les garantice los objetivos comerciales que buscan.
De hecho, en tal entrevista, dijo que el gobierno “tampoco ha adoptado una posición final sobre el tema del impuesto comercial fronterizo (BAT)”, el cual promueve el presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan miembro del Partido Republicano.
Fue significativo que haya dicho que todavía no deciden si instrumentarán los aranceles a las importaciones, pues será la opción que tomarán de no lograr imponer las condiciones favorables en las negociaciones que buscan con México.
El gobierno mexicano confía en que obtendrá buenos resultados en tales negociaciones; sin embargo, Estados Unidos va por todo para incrementar sus exportaciones, reducir importaciones y su déficit de comercio exterior con México; además, México no está instrumentando política industrial alguna para que el mayor valor agregado de la zona, sea nacional, y así evitar que los productos provenientes de Estados Unidos, lo cubran.
Por lo que seguiremos siendo perdedores, sea con China o con Estados Unidos, pues no tenemos capacidad productiva para encarar la competencia frente a importaciones provenientes de tales países.
Fuente: La Jornada de Oriente